MD House
Dos grandes volúmenes de madera descansan sobre una planta baja transparente y ligera, construida en vidrio. Estas estructuras se unen mediante una rótula de doble altura, formando un alzado simétrico que se abre hacia el Mar Mediterráneo. La interacción entre los diferentes niveles, así como entre el interior y el exterior, genera una sensación de flotabilidad y disolución de los límites espaciales.
Desde la calle, la vivienda permanece oculta a la vista, revelándose solo en su fachada abierta hacia la bahía de Altea. El terreno inclinado y su entorno paisajístico protagonizan y articulan el diseño del volumen. La piscina, elevada como un elemento natural e independiente, parece flotar sobre el espacio.
La planta se integra parcialmente en el terreno, organizando las áreas de transición a lo largo de un bloque longitudinal que evoca un grueso muro de contención. El resto de la planta se despliega como un espacio diáfano y etéreo, orientado hacia las vistas panorámicas del mar.